Organizaciones sociales guatemaltecas rechazaron ayer un proyecto de ley donde se propone liberar la venta de armas de fuego y municiones en el país y lo calificaron como un estímulo a la violencia y la impunidad.
La iniciativa fue propuesta por la Comisión de Gobernación del Congreso y pretende modificar otra legislación actualmente en análisis y cuyo objetivo es, por el contrario, controlar la tenencia de estos artefactos.
Entre los cambios más preocupantes está dejar sin límite la cantidad de licencias otorgadas a cada ciudadano y fijar en 500 los proyectiles que pueden comprarse semanalmente por cada calibre autorizado.
Según esta propuesta, una persona con una licencia que ampara tres armas podría adquirir hasta 84 mil municiones por año, denunció Iduvina Hernández, de la agrupación civil Seguridad en Democracia (Sedem).
La activista recordó que en Guatemala más de las dos terceras partes de los crímenes se cometen con la utilización de estos armas de fuego y llamó a una movilización social para frenar el proyecto.
La Sedem, dijo Hernández, propuso al gobierno implementar una política para reducir la circulación de armas como un medio para contener la inseguridad.
Por su parte, Hilda Morales, de la Red de Violencia en contra las mujeres, recordó que de las féminas fallecidas por causas violentas, la mayoría fueron víctimas de heridas de bala.
Liberar la tenencia de pistolas propiciaría, además, mayor impunidad, porque no existen en el país los mecanismos ni las tecnologías necesarias para controlar su uso, precisó Morales.
En la actualidad, un ciudadano puede obtener un permiso para comprar y portar armas con sólo presentar una copia de su cédula de identidad y la certificación de carecer de antecedentes penales y policiales.
Por su parte, Hilda Morales, de la Red de Violencia en contra las mujeres, recordó que de las féminas fallecidas por causas violentas, la mayoría fueron víctimas de heridas de bala.
Liberar la tenencia de pistolas propiciaría, además, mayor impunidad, porque no existen en el país los mecanismos ni las tecnologías necesarias para controlar su uso, precisó Morales.
En la actualidad, un ciudadano puede obtener un permiso para comprar y portar armas con sólo presentar una copia de su cédula de identidad y la certificación de carecer de antecedentes penales y policiales.
No se le hace ningún estudio psicológico para determinar si es una persona emocionalmente estable, ni se da seguimiento al destino de cada arma, de cuya propiedad se puede desvincular con sólo presentar una denuncia de robo ante la Policía.
fuente: Prensa Latina
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