En una declaración, la jerarquía católica de este departamento señala que la violencia acosa a la sociedad petenera y la convierte en rehén de mafias y grupos violentos y que existe gran confusión e inestabilidad, por la falta de conciencia sobre el valor de la vida.(...)
Año de crímenes
Las autoridades gubernamentales encargadas de brindar seguridad (Policía Nacional Civil, Ejército y Ministerio Público) poco o nada han podido hacer ante estos ilícitos. El 2007 ha estado marcado por asesinatos en Petén, afirma la Iglesia Católica.
Cita la muerte de Rafael Colay, en Brisas del Chiquibul, Dolores; linchamientos, como uno ocurrido en Dolores, y la violencia desatada en Sayaxché por el supuesto robo de niños. Las alarmas por robo de niños, desestabilización, militarización y el narcotráfico son plagas que se extienden y destruyen la sociedad, refiere la Pastoral.
(fuente: Prensa Libre - 31/07/2007)
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